La Historia que a continuación vais a leer, la hemos recogido
del Capitulo VII del libro “La pandilla en el laberinto Olímpico” de Alicia
Walch Cuesta (que se encuentra a tu disposición en la biblioteca del colegio. Y
la historia dice así:
…. Ricardo, se encontraba en París, en los II Juegos Olímpicos
de la era moderna. La emoción de la carrera que estaban viviendo los cuatro
amigos era, sin duda, para acelerar el corazón. El atleta italiano, Dorando
Pietro, fue en el segundo puesto de la carrera hasta el Km 35. en ese momento,
su adversario sufrió un desvanecimiento y Petri, advertido por el público, sacó
fuerzas de flaquezas y consiguió adelantarle. Pero, a escasos metros de la meta,
en la entrada del estadio, empezó a desfallecer. Todo el mundo gritaba para
advertirle, que otro corredor llegaba y podía adelantarle, ¡Petri, Petri!,
¡Petri, corre! Medio inconsciente, era incapaz de tomar la dirección adecuada.
Los jueces le indicaron por dónde debía ir, al ver la desesperada situación en
la que se encontraba. A 70 metros de la meta se desplomó, cuando dos médicos se
acercaron para socorrerle, pero Petri se levantó, consiguió otra vez. El
público estaba exaltado, siguiendo con gran atención el desesperado momento del
atleta italiano. A tan solo 15 metros de la meta, el corredor volvió a caer.
Agotadas sus fuerzas no podía levantarse, ¡sólo a 15 metros de la meta!.
Entonces, Sir Connan Doyle (creador de Sherlok Colmes) y un juez de la prueba
le ayudaron a llegar a la meta.
- ¡Chicos, chicos!, allí llega el segundo, Jhon Hayes,
americano. Qué lástima que Dorando esté tan hecho polvo que no pueda verle,
advirtió Ana.
- Carlos, Carlos, comentó Lola: se va a celebrar la entrega de
medallas a los ganadores de la maratón. Qué momento más especial, ¿no? Después
de haber aguantado toda la carrera y haber luchado tanto, debe ser
emocionante.
- ¡Eh!, ¿ Pero dónde esta Pietri? No está en la ceremonia. No
puede ser, voy a averiguar qué ha pasado. Esperar aquí, dijo Toni.
Toni fue en busca de los jueces de la prueba de la maratón para
averiguar porqué no estaba el ganador en la entrega de medallas.
- Oiga, por favor, ¿podría decirme porqué no está Dorando Pietro
en la proclamación de vencedores?
- Chico, lo siento, pero ha sido descalificado.
- Pero, pero ¡es imposible! Ha realizado un esfuerzo increíble,
y sólo eso merece una medalla, replicó Toni indignado.
Cuando Toni comentó a sus amigos que, al haber sido ayudado en
la llegada, había sido descalificado, se indignaron muchísimo, pero sabían que
el reglamento así lo expresaba y debían acatarlo. Pero cual sería sus sorpresa,
cuando, poco después…
- Mira, Carlos, dijo Ana, ¿no es ese Pietri? Mira, está sentado
al lado de la reina Alejandra, y tiene una copa como la del vencedor. Sin duda
que ha sido la reina quien se la ha regalado por su esfuerzo en la carrera.
- Sí, sí, seguro que ha sido como premio al esfuerzo, advirtió
Toni.
Sin duda, estaban en lo cierto. La carrera del italiano, había
dejado perplejo a público y autoridades. Tanto, que al día siguiente el barón
de Coubertein, en un discurso dijo: “Lo importante de la Olimpiadas no es
ganar, sino participar”.
“Retengamos, señores, estas palabras. Se extiende a todos los
campos para formar la base de una filosofía serena y san. Lo importante en la
vida no es e triunfo, sino el combate; lo esencial no es haber vencido, sino
haber luchado bien. Extender estas ideas supone preparar una Humanidad más
valiente y más fuerte…”.
Nada más escuchar esto nuestros amigos ya estaban viajando de
nuevo……..
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